Los coches eléctricos son una de las alternativas para reducir la contaminación y disminuir el impacto del cambio climático. Los coches eléctricos son el futuro. Cada vez más ciudades de todo el mundo se ven obligadas a restringir el paso por sus calles más céntricas de coches de gasolina y diésel, por lo que invertir en un vehículo de estas características puede resultar muy rentable a la larga. Los expertos auguran que este es solo el principio y que este tipo de medidas que se han empezado a implantar en algunas urbes seguirán imponiéndose y aumentando su rigidez.
En la actualidad, por las carreteras españolas circulan 3,2 millones de vehículos y es el quinto país de Europa que más contamina por esta razón. El Gobierno de España ya anunció que a partir de 2040 quiere prohibir la matriculación ni la venta en España de turismos que emitan dióxido de carbono (CO2). Por este motivo, una gran cantidad de marcas de automóviles se están sumando al mercado de los eléctricos, así como las empresas que ofrecen su suministro de carga. El objetivo final es que en 2050 por las carreteras españolas sólo circulen vehículos limpios.
Según afirma la Federación Europea de ONGs Transport & Environment, la fabricación de estos modelos se triplicará en 2021 hasta tal punto que habrá más de 200 tipos a elegir. Uno de los mayores inconvenientes de estos vehículos es su coste, sin embargo, se augura que en menos de 10 años podrían tener el mismo precio que los de combustión ya que al mejorar la autonomía y aumentar su fabricación las empresas reducirán costes y podrán ajustar precios. Además, el gobierno nacional estudia conceder más ayudas económicas a estos consumidores para fomentar las ventas. La Guía de Movilidad Eléctrica Para Entidades Locales calcula que actualmente hay 63.000 coches de estas características.
Una carga accesible en todos los lugares
Al mismo paso que se multiplican los coches eléctricos tendrán que incrementarse los lugares donde recargarlos, indispensables para el progreso de estos modelos. Ahora hay unos 4.500 en el mapa español, pero ante la previsión del gran incremento se necesitarán entre 65.000 y 95.000. Es decir, hay un déficit que hay que solventar en los próximos años.
Easycharger es una de las primeras empresas del mercado que se está preparando para ese momento. Esta web funciona a través de una plataforma única, donde sus clientes pueden acceder a cargar sus vehículos en cualquier punto gracias a la aplicación de su móvil. Su red de carga es muy extensa y está repartida por todo el territorio español, de esta forma posibilitan que sus usuarios puedan realizar viajes largos sin quedarse a mitad de camino. Además, para ello cuentan con un planificador de rutas disponible en su app (para Android e IOS).
Acceso a la información en tiempo real, carga en 20 minutos o un precio desde 0,24 kWh, son algunas de las ventajas que ofrece Easycharger y su aplicación. De una forma sencilla, el cliente puede cargar su coche, detener la carga cuando lo desee y pagar mediante su smartphone. Un ejemplo de cómo las empresas que no son de automoción también se suman a la revolución que suponen los coches eléctricos.
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